18 de Mayo: Día de la Escarapela

La escarapela (distintivo nacional)

Los símbolos nacionales dan sentido de pertenencia, nos identifican, nos unen en las diferencias. Usarlos y significarlos es parte fundamental de la construcción de una identidad, de formar parte de un territorio, un Estado, una Nación. Si logramos esa identidad y pertenencia sentimos que fluye espontáneamente el compromiso y las ganas de estar con otros, de sentirnos parte de algo junto a otros que también nos reconocen. De esta manera quizás podamos estrechar lazos y tener acciones que den sentido al “ser y sentirse argentino”.

El 13 de febrero de 1812 Manuel Belgrano propuso que se creara una escarapela nacional. Hasta ese momento, los distintos cuerpos del Ejército utilizaban diferentes distintivos. Unos días después, el 18 de febrero, el Triunvirato aprobó el uso de la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color blanco y azul celeste. Estos colores provenían de los colores borbónicos, de la casa de Fernando VII (rey ausente de España)

Una de las versiones indica que los colores blanco y celeste fueron utilizados por primera vez durante las invasiones inglesas –en 1806 y 1807– por el primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata, y que luego empezaron a popularizarse entre los criollos. Otra dice que la escarapela argentina fue utilizada por primera vez por un grupo de damas de Buenos Aires, cuando se presentaron a una entrevista con el entonces coronel Cornelio de Saavedra, jefe del regimiento de Patricios, el 19 de mayo de 1810.

Es un error atribuirle a French la creación de la escarapela. Es posible que esta historia haya nacido de la tradición oral, recogida por Mitre mientras preparaba una de sus obras. Sí se sabe que durante las jornadas del 22 y 25 de mayo de 1810 los patriotas identificaban a los adherentes a la Revolución de Mayo otorgándoles unas cintas blancas. Es posible que el 21 de mayo French y Beruti hayan repartido las cintas blancas.

En el año 1935, el Consejo Nacional de Educación instituyó el 18 de mayo como Día de la Escarapela.

Hoy es vital su revalorización con el sentido de reafirmar nuestro sentido de pertenencia a la Nación Argentina, concibiéndola como algo que nos distingue pero a la vez nos unifica, algo que nos compromete a fortalecer la búsqueda de un presente y un futuro que nos encuentre unidos en los mismos colores.

Por Prof. Marianela Romero Olmos

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